Niños

Más frecuente en niños que en adultos, el síndrome de micción no coordinada supone la imposibilidad de vaciar totalmente la orina almacenada en la vejiga por una incoordinación entre los músculos de la vejiga y del esfí­nter uretral y suelo pélvico.

Los problemas del tracto urinario inferior de origen neurológico en niños están relacionados, en la mayoría de los casos, con el diagnóstico de mielomeningocele o algún tipo de mielodisplasia (meningocele, lipomielomeningocele). Esta afección generada durante el desarrollo embrionario, supone un defecto en el cierre del tubo neural que actualmente es intervenida y evaluada desde los primeros días de vida del recién nacido.

Se trata de una mal formación congénita. Supone una alteración muy grave del tracto urinario inferior (vejiga, uretra), de los genitales externos, separación de la sí­nfisis pubiana y de la pared abdominal y alteración en los músculos del suelo pélvico y esfí­nteres. Su incidencia es muy baja en cuanto al número de casos pero no por ello menos importante.

Llamamos enuresis a la pérdida de orina durante la noche en niños mayores de 5 años. Se trata de un síntoma bastante frecuente con una prevalencia entre un 5% y un 10% de los niños a los 7 años. El mojar la cama por las noches supone un alto estrés emocional para el niño que puede llegar a afectar su autoestima. Se recomienda iniciar su tratamiento a partir de los 6 años si el problema no se ha resuelto de manera espontánea y antes de llevarlo a cabo hay que tener en cuenta los aspectos sociales y familiares del niño.

Algunas patologías como la incontinencia urinaria, el síndrome de micción no coordinada y estreñimiento / encopresis pueden ser el origen de las infecciones urinarias crónicas de repetición en el niño.

La encopresis es una disfunción que debe ser diagnosticada por el médico especialista. Se define como la emisión de heces repetidas en sitios no apropiados al menos una vez al mes durante tres meses en niños mayores a cuatro años. Se trata de escapes casi continuos, diurnos y nocturnos, de heces pastosas, no moldeadas que se adhieren al cuerpo del niño y a la ropa.

La incontinencia urinaria durante el día en niños mayores de 6 años no es normal. Disfunciones como la micción no coordinada o la hiperactividad vesical suelen estar detrás de este problema, en ocasiones conviviendo a la vez que la enuresis.